miércoles, 8 de junio de 2011

El Bushido

 
 El buen guerrero no es irascible. El buen vencedor evita la guerra" (Tao)



El Bushido, que literalmente significa "El Camino del Guerrero", se desarrolló en Japón
entre las eras Heian y Tokugawa (S.IX-XII). El Bushido era el código, la ley, que regía
las vidas de los samuráis, una clase de guerreros similares militarmente a los caballeros
medievales europeos, pero radicalmente distintos a ellos en sus vidas cotidianas, fuera
de la guerra. Los samuráis seguían un ceremonial específico cada día de su vida, así
como en la guerra.

El Código de Bushido
Los siete principios.
Estos son los siete principios que rigen el código de Bushido, la guía moral de la
mayoría de samuráis de Rokugan. Sed fieles a él y vuestro honor crecerá. Rompedlo, y
vuestro nombre será denostado por las generaciones venideras5.

1. GI (Honradez/Justicia)
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana
de los demás, sino en la tuya propia.
Para un auténtico samurai no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a
honradez y justicia.
Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.

2. YU (Valor heroico)
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su
caparazón no es vivir.
Un samurai debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado, es peligroso, pero
sin duda también es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje
heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte.
Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

3. JIN (Compasión)
Mediante un entrenamiento intenso el samurai se convierte en rápido y fuerte. No es
como el resto de los hombres, ya que desarrolla un poder tan grande que debe ser usado
solo para el bien de todos.
El samurai debe tener compasión. El samurai debe ayudar a sus hermanos en cualquier
oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.
5 “Rompedlo, y vuestro nombre será denostado por las generaciones venideras”. Esta frase da a entender
que, para que el honor de un samurai ni el de su familia sea manchado, en caso de romper el código el
samurai deberá cumplir con su deber y realizar el seppuku.

4. REI (Cortesía)
Ser un guerrero no justifica la crueldad. Los samuráis no tienen motivos para ser
crueles, no necesitan demostrar su fuerza a nadie salvo a sí mismos. Un samurai debe
ser cortés siempre, especialmente hacia sus enemigos. Sin esta muestra directa de
respeto hacia sus oponentes, el samurai no es mejor que los animales.
Un samurai es temido por su fiereza en la batalla, pero es respetado por su manera de
tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en
tiempos de apuros.

5. MEYO (Honor)
El auténtico samurai solo tiene un juez de su propio honor, él mismo. Las decisiones
que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es en realidad.
Nadie puede ocultarse de sí mismo, y los samuráis no son una excepción.

6. MAKOTO (Sinceridad absoluta)
Cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en este
mundo lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará.
No ha de dar su palabra. No ha de prometer. El simple hecho de hablar ha puesto en
movimiento el acto de hacer.
“Hablar” y “hacer” son, para un samurai, la misma acción.

7. CHUGO (Deber y Lealtad)
Para el samurai, haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es
responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan.
Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es
responsable, permanece fieramente fiel.
Las palabras de un samurai son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él
vaya, por ello el samurai debe tener cuidado con el camino que sigue.

El Credo del Samurai
No tengo parientes, yo hago que la Tierra y el Cielo lo sean.
No tengo hogar, yo hago que mi cuerpo lo sea.
No tengo poder divino, yo hago de la honestidad mi poder.
No tengo medios, yo hago mis medios de la docilidad.
No tengo poder mágico, yo hago de mi personalidad mi magia.
No tengo cuerpo, yo hago del estoicismo mi cuerpo.
No tengo ojos, yo hago del relámpago mis ojos.
No tengo oídos, yo hago de mi sensibilidad mis oídos.
No tengo extremidades, yo hago de la rapidez mis extremidades.
No tengo leyes, yo hago de mi auto-defensa mis leyes.
No tengo estrategia, yo hago de lo correcto para matar y de lo correcto para restituir la vida mi estrategia.
No tengo ideas, yo hago de tomar la oportunidad de antemano mis ideas.
No tengo milagros, yo hago de las leyes correctas mis milagros.
No tengo principios, yo hago de la adaptabilidad a todas las circunstancias mis principios.
No tengo tácticas, yo hago del vacío y la plenitud mis tácticas.
No tengo talento, yo hago que mi astucia sea mi talento.
No tengo amigos, yo hago de mi mente mi amiga.
No tengo enemigos, yo hago del descuido mi enemigo.
No tengo armadura, yo hago de la benevolencia mi armadura.
No tengo castillo, yo hago de mi mente inamovible mi castillo.
No tengo espada, yo hago de mi alma mi espada.

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